La ola invernal se prolongará hasta mayo, según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales – IDEAM – y los modelos nacionales estiman precipitaciones superiores a los registros históricos, esperando incrementos que oscilarían entre el 10% y 40% en el centro-oeste de la región Caribe, norte y centro de la región Andina, norte de la región Pacífica, así como en amplios sectores de la Orinoquía y norte de la Amazonía.
Lo anterior obliga que autoridades regionales y municipales, responsables, por disposición constitucional, deben mantener del bien común, están obligadas a concertar acciones, concretas, reales y específicas para que las comunidades no sufran el impacto de la inexistencia de politices de conservación y la nula inversión que debe estar en los distintos planes de Desarrollo para del cuatrienio.

Sin atención
La CAM señala que, a través del equipo de geólogos y demás especialistas en la materia, cumple su misión institucional, al realizar seguimiento y prestar apoyo conocimiento del riesgo tanto a sectores afectados por las emergencias invernales como a Consejos Municipales para la Gestión del Riesgo.
La realidad, de las últimas semanas, muestra que no hay acogida a esa advertencia por debilidad, lasitud, descuido de las autoridades o simple despreocupación del Estado.
Cómo ejemplo, qué municipio tiene:
Revisado y aprobado el plan de contingencia orientado a tomar medidas de prevención oportunas y adecuadas, que mitigue los impactos negativos por fenómenos naturales de origen hidrometeorológico y geomorfológico como: crecientes súbitas, inundaciones, movimientos en masa, vendavales y tormentas eléctricas, o mantiene el monitoreo a fuentes hídricas con recurrencias de eventos (inundaciones, avenidas torrenciales y/o crecientes súbitas) o hace inspección frecuente a zonas de ladera con algún tipo de amenaza.
Además, qué alcalde, como presidentes de los Consejos Municipales para la Gestión del Riesgo de Desastres, revisa y actualiza tanto los planes de gestión del riesgo como la estrategia de respuesta ante eventuales eventos; cuenta con un fortalecimiento de los mecanismos de comunicación o invierte en la educación de las comunidades para atender contingencias durante temporadas de lluvias.
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Previsión
Si existiera verdadera previsión y políticas reales de conservación del ambiente, los impactos negativos de las lluvias, no saldrían los alcaldes y autoridades civiles a lamentar: pérdidas materiales ajenas, interrupción de las comunicaciones, destrucción de bocatomas, reducción en la comercialización de productos o el sometimiento a drásticos racionamientos a la comunidad.
Esa previsión evitaría situaciones como las que muestran las fotografías




