La comunidad rural, de varias regiones del Huila, mediante grupos de vigilancia, trabaja denodada, para evitar la desaparición de La Danta de Montaña.
La actividad comenzó hace 10 años, por iniciativa de la CAM, al organizar grupos de monitoreo en el sur del Departamento y, apoyados con cámaras de trampeo, captaran movimientos del mamífero.
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La lucha no es fácil ante el actuar de los cazadores furtivos, la destrucción del hábitat, la presencia de seres humanos y los cambios climáticos que, reducen las posibilidades de supervivencia de La Danta de Montaña.
La especie

Un reporte de la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena revela:
“Tapirus Pinchaque», La Danta de Montaña, tiene pelaje grueso, denso, de color negro, presenta una línea blanca alrededor de los labios y en el borde las orejas, el hocico es prolongado en forma de trompa, presenta 4 dedos en las manos y 3 en las patas.
Las dantas juveniles son de color marrón con puntos y líneas blancas hasta aproximadamente un año de edad.
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Es una especie silenciosa, de hábitos solitarios, son más activas al atardecer y en la noche. La especie puede pesar hasta 250 kilogramos.
La danta fue incluida en la lista roja de especie amenazadas de la UNICN desde 1.982, y actualmente se encuentra catalogada como en peligro-EN a nivel mundial.
Se estima que la disminución de la población es superior al 50% en las últimas tres generaciones, probablemente quedan menos de 2.500 individuos maduros, considerando que actividades como la cacería y la fragmentación del hábitat afectan considerablemente las poblaciones de la especie en todo el rango de su distribución en Colombia, Ecuador y Perú”.